lunes, 13 de noviembre de 2017

La serie de hepatitis. Hepatitis B.

Avanzamos poco a poco con la serie de hepatitis, esta semana nos adentramos en el mundo de la hepatitis B.

El virus de la hepatitis B se trata de un virus ADN no covalentemente cerrado, que consta de una cadena negativa completa y una positiva incompleta.  Pertenece a la familia de los Hepadnaviridae y su nucleocápside consta de una morfología icosaédrica.

El virus se trasmite a través del contacto con sangre y otros fluidos corporales, tales como el semen, de una persona infectada. Como remarca el Centro de Control  y Prevención de Enfermedades, (CDC) el virus de la hepatitis B no se transmite a través de alimentos contaminados.

Esta infección puede cursar de forma aguda o crónica. La infección aguda puede cursar sin síntomas o con un cuadro que puede incluir fatiga, náuseas, dolor abdominal, ictericia, etc. La infección crónica, por otro lado, se ha relacionado con cirrosis y hepatocarcinoma.


De acuerdo con la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) los métodos de detección de este virus pueden dividirse en: utilización de marcadores serológicos clásicos y pruebas moleculares para la detección del ácido nucleico.

Figura 1. Diagnóstico de la hepatitis B. Esquema propio, información: SEIMC.


De acuerdo con la OMS, se recomiendo el uso de tratamientos orales como el tenofovir o el entecavir para el tratamiento de la hepatitis B crónica, mientras que para la hepatitis aguda no refieren un tratamiento específico de la misma.


La vacuna de hepatitis B contiene fracciones purificadas del antígeno de superficie y en España se encuentra incluida en el calendario vacunal. La primera dosis se administra a los dos meses, la segunda a los cuatro meses y la última entre los once y los doce meses.


Figura 2. Calendario de vacunas 2017. Fuente: Ministerio de Sanidad de España.


Bibliografía





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